Todos han ganado. Unos porque han
obtenido más votos y más escaños y otros porque no han perdido
tanto como se esperaban. Finalmente, hay unos terceros, que aun
obteniendo muchos votos, no han obtenido un escaño por esta injusta
y desigual Ley Electoral.
No voy a hacer un análisis de los
resultados de las elecciones andaluzas y asturianas del pasado 25 de
marzo. No voy a valorar si los ciudadanos andaluces o asturianos han
decidido bien, mal o regular. Es su decisión. Lo que si voy a decir
y criticar es que los dos grandes partidos que dividen España en dos
bloques no hagan una autocrítica ni aun perdiendo votos, ni aun
quedándose en la oposición.
Todos ganan. Ninguno pierde. Unos se
pensaban que lo tenían todo hecho tras los resultados del 20N. Y los
otros, creían que empezaba la remontada tras los peores resultados
obtenidos en las últimas elecciones generales. Pues ni lo uno ni lo
otro. Ni los unos ni los otros.

Me extraña la actitud de los grandes
partidos. Y mucho. En Andalucía están muy contentos, aun perdiendo
votos, porque van a gobernar. Y en Asturias, ahora “quieren” al
partido que han estado insultando y ninguneando desde el 2007. Solo
buscan sus sillones. Solo buscan sus cuotas de poder. No quieren
gobernar para todos y salir de la crisis. Eso no, ¿para qué?.
Quieren mantener sus chiringuitos pasando por encima de quien sea.
¿Para qué hacer Gobiernos de coalición que saquen de la crisis no
solo a andaluces y asturianos, sino a todos los españoles? Lo que es
bueno para una comunidad autónoma, es bueno para el resto de
España.Lo que nos une.
Lo que sí es cierto es que hay dos
partidos que sí deben estar satisfechos por “sus” resultados
electorales. Ambos crecen con solvencia y ese crecimiento no se ve
reflejado en las diferentes instituciones debido a una Ley Electoral
injusta y desigual donde se otorga más valor a unos votos que a
otros en función del territorio donde se viva. Ambos, aunque
ideológicamente en sus principales lineas políticas son muy
distintos, tienen un punto en común que es la reforma de la Ley
Electoral. Y ahora, ambos partidos, están en disposición para poder
hacer algo. De uno tengo muchas dudas que lo ponga en la mesa a la
hora de dar el sí en las investiduras. Del otro no tengo ninguna
duda que lo hará. De esta manera, como dice la líder política
mejor valorada: “si no cambian por convicción, cambiaran por
ambición”, porque estos dos bloques solo buscan el poder, el
sillón y les da igual todo lo demás.