Antes que cante el gallo

Pedro estaba sentado afuera en el patio, y se le acercó una criada diciendo: —¡Tú también estabas con Jesús el galileo!

Pero él negó delante de todos diciendo:  —No sé lo que dices.

Pero cuando él salió a la puerta, otra criada le vio y dijo a los que estaban allí: —Este estaba con Jesús de Nazaret.

Y otra vez negó con juramento: —Yo no conozco al hombre.

Y poco después se acercaron los que estaban por allí y dijeron a Pedro: —Verdaderamente, tú también eres de ellos, porque aun tu modo de hablar te descubre.

Entonces comenzó a maldecir y a jurar: —¡No conozco al hombre! En seguida cantó el gallo,

y Pedro se acordó de las palabras de Jesús que había dicho: “Antes que cante el gallo, tú me negarás tres veces.” Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Este pasaje de la Biblia lo está cumpliendo el PP con su programa y promesas electorales. Cuando anunciaron su programa electoral nos vendieron un "proyecto que está hecho para todos y contando con todos, que aspira a ser el proyecto de la amplia mayoría de los españoles". Y los ciudadanos les creyeron el 20N, bien porque España necesitaba un “cambio” bien porque nos vendieron un producto inexistente.

Como San Pedro, el presidente Rajoy, ha negado hasta en tres ocasiones (por ahora) su programa antes de cumplirse los 100 días de su mandato, que es por mayoría absoluta.

• Abaratar el despido. En su programa y en sus promesas electorales se hartaron de decir que no abaratarían el despido y nos han obsequiado una Reforma Laboral en la que se puede despedir, según los casos, con 33 o 20 días.
• Subida de impuestos. Nos dijeron por activa y por pasiva que los impuestos no se iban a subir. Incluso en el Debate de Investidura el presidente Rajoy negó que subiría los impuestos. Y así, a la semana el IRPF aumentó.
• Ilegalización de Bildu / Amaiur. Prometieron actuar contra los testaferros de ETA aplicando la Ley de Partidos. El 21 de febrero del 2012 votaron junto a Amaiur y resto de partidos en contra de la moción presentada por el grupo parlamentario UPyD de instar al Gobierno de España a la ilegalización del brazo político de ETA.

Confianza. Confianza. Es lo que demandaba una y otra vez el Presidente Rajoy . Confianza. "Necesitamos un Gobierno que no mienta a los Españoles y que diga la verdad". O bien es la Moncloa, o bien, es que los “políticos profesionales” una vez que llegan al poder mienten, no cumplen lo prometido y no cumplen sus programas electorales que tanto anuncian a bombo y platillo.

Con políticos de este calibre, nunca podremos salir de la crisis económica, y mucho menos , de la grave crisis institucional. 

Nos guste o no

Las leyes, normas, ordenanzas, decretos, sentencias, etc están para cumplirlas, nos guste o no. Todos, sin excepción, debemos obedecer y cumplir con nuestro ordenamiento jurídico, nos guste o no. Todos debemos acatar las sentencias de nuestros tribunales, nos guste o no.

Por supuesto que podemos no estar de acuerdo con todas las leyes, decretos, normas... y sentencias. Por supuesto que podemos criticarlas y dar nuestra opinión. Pero lo que es inadmisible es el no cumplimiento y que la Administración o cargos públicos que representan a todos los ciudadanos digan que no van a cumplir las leyes y/o sentencias. Como por ejemplo, entre otros casos, el de la Generalitat de Cataluña con las sentencias sobre materia lingüística, o bien, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, diciendo que no acata la sentencia del Tribunal Supremo respecto a la prevaricación de Baltasar Garzón en el tema de las escuchas.

Y al igual que las sentencias, está el respeto y obediencia a nuestro ordenamiento jurídico. Y aquí me voy a referir, en particular, al caso de los coordinadores de IU en Aragón y Zaragoza donde el pasado sábado 10 de febrero del 2012 hicieron, junto a otros colectivos, una pintada con tizas frente al Ayuntamiento de la capital aragonesa para protestar por la aplicación de la “Ordenanza Cívica”.

Me parece intolerable que diputados y concejales inciten a las desobediencia cívica. Cuando no se está de acuerdo con algo, lo que debe hacerse es cambiar las cosas. Y si se tiene la posibilidad de hacerlo desde dentro, desde las instituciones, mucho mejor. De esta manera, con propuestas, con argumentos, con diálogo, con respeto, con educación, con obediencia, con civismo se puede llegar a cambiar las cosas que no nos gustan. Por eso animo al sr. Alonso, y así lo ha dicho, a que en el próximo Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza presente una moción para cambiar esta ordenanza. Ahora lo tendrá fácil, porque sus “socios de gobierno” necesitan de su apoyo para seguir gobernando la ciudad.