El viernes acabó la campaña electoral marcada por el luto del asesinato de Isaías Carrasco en manos de la banda terrorista ETA y de sus aliados políticos. Sin embargo, quiero haceros un resumen y un examen de conciencia de los 15 de días de campaña electoral.
Todo empezó en precampaña con la visita de Rosa Díez el 20 de febrero en la Cámara de Comercio de Zaragoza. Ese día fue complicado ya que los compañeros Fran Ruiz y Lola Mariscal se encargaron de organizar la comida en Ingenieros y se tuvo que suspender. El acto salió muy bien con gran afluencia de público y con la asistencia de medios de comunicación.
Llegamos a la noche del jueves al viernes con la pegada de carteles. Después de cenar en casa Fantova nos fuimos a pegar carteles con toda la ilusión del mundo. Y así lo hicimos. Pero al día siguiente nuestros carteles desaparecieron por otros de la CHA.
Después llegaron las mesas informativas en Plaza España y Parque Primo de Ribera. Para mí todo un éxito. Aquí quiero dar las gracias a todos por su apoyo. Estas mesas me subieron la moral mucho por la gran aceptación y el apoyo de la gente. La gente merece la pena, y merece la pena que luchemos para poder devolver la confianza que nos han dado. Ahora se lo debemos mas que nunca.
También tuvimos dos actos temáticos que a mi juicio fueron muy buenos: Reforma Constitucional impartido por David Ortega y Reforma Educación por Ricardo Moreno Castillo. Por lo que respecta a los actos de Ejea y Calatayud no tengo palabras para describirlos. Al menos salimos en la SER y COPE (gracias Javier Carroquino)
Voy a hacer un examen de conciencia de la parte de actos públicos, es decir, la parte que me toca. No han salido del todo bien y aquí asumo parte de culpa ya que no los he organizado de la mejor manera posible. He dejado cabos sueltos y no he estado encima de la gente para guiarla y para pedir más compromiso. Fallos en la organización de las mesas y fallos también en decisiones puntuales. Pero como todos sabéis, son mis primeras elecciones y de los errores se aprende. Así que para las próximas elecciones tengo la lección muy bien aprendida. Lo siento.
Por último, no quiero dejar pasar la oportunidad de dar las gracias a todos los que habéis estado al pie del cañón en esta aventura tan bonita, gratificante y dura que hemos pasado. No voy a nombrar a todos porque seguro que me dejo a alguien. Pero si quiero dar las gracias de un modo especial a mi mujer y mi hija por su paciencia y su compresión.
Así mismo, también quiero decir que todo este esfuerzo ha merecido la pena ya que nuestro trabajo se ha traducido en votos en Zaragoza, Huesca y Teruel, y sobre todo hemos conseguido tener voz en el Congreso con Rosa.
Gracias
Sergio Zorita Puig
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