Empeñado está el Alcalde de Zaragoza en poner el nombre de Escrivá de Balaguer a una calle de Zaragoza.
Al principio era General Sueiro (calle que tiene que cambiar de nombre para acatar la Ley de Memoria Histórica), y ahora es una boca calle de la Avda. Anselmo María Clave.
El sr. Alcade Belloch no se da cuenta que no existe ningún tipo de consenso en este tema, cuando siempre en las denominaciones de las calles zaragozanas había existido dicho consenso entre las fuerzas políticas. Pero ahora no. ¿Por qué? ¿Qué motivos hay?
Yo puedo daros una respuesta (es personal) y está relacionado con la investigación del Seminario. Sé y soy consciente que puede ser retorcida y rebuscada, pero es lo único que se me ocurre para el empecinamiento del Alcalde Belloch.
En el Seminario hay mucho que esconder. Y a lo mejor, entre todos los pactos que se han hecho para la comisión ficticia y secreta, se ha podido pactar entre PP, Alcalde y Arzobispado la denominción de una calle al Escrivá de Balaguer.
Ya se pactó en su día que los Alcaldes y ex Alcaldes no fueran a la comisión a responder a las preguntas. Se pactó que la comisión sería, en su deliberación e investigación, secreta. Todos los grupos tienen mucho que esconder y por eso, se ha podido pactar con el Arzobispado (porque la Iglesia no puede mentir) que si no cuentan toda la verdad sobre las negociaciones del 2002, se dedicará una calle al "jefe" del Opus, por ser "santo" y aragonés.
Es decir, puede ser un precio que debamos pagar los zaragozanos para que todo el desastre del Seminario no salga a la luz.
Sergio Zorita
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