Es la pregunta que nos hacemos ante los recientes acontecimientos
municipales de los responsables de
Urbanismo, el Sr. Pérez Anadón, y del señor alcalde, Sr. Belloch, ante los eventos simbólicos de la colocación de las primeras piedras en los
terrenos destinados a viviendas en Arcosur y Puerto Venecia.
Nos preguntamos ¿para qué cerca de 26000 viviendas?, ¿quién las va a ocupar? Algunas de ellas serán ocupadas por los cooperativistas que llevan luchando por sus derechos desde hace mucho tiempo, porque ellos si cumplieron en plazo sus obligaciones, y ¿los demás?, en Arcosur hasta hace más o menos un mes
no. ¿Cuántas están libres en Valdespartera? ¿qué joven puede adquirir una vivienda? ¿qué entidad bancaria avalará la futura urbanización o quién prestará los dineros a los futuros hipotecados?
El Ayuntamiento de Zaragoza ¿qué pretende con este nuevo boom inmobiliario en barrios de nueva creación de Zaragoza? Posiblemente espere crear mucho trabajo, que ojalá sea así, pero su máxima premisa
sea la de llenar las arcas municipales con los impuestos de permisos de obras y otros impuestos varios y de esta manera recaudar para la
subvención del nuevo campo de fútbol, por ejemplo.
Hasta no hace más de dos años, el terreno para construir era un bien escaso; el metro cuadrado tenía un precio desorbitado con tendencia a
subir día a día llegando a la repercusión de suelo por una vivienda media de más de 90000 euros. Pero no interesaba controlar el abuso ya que ese boom inmobiliario aseguraba la "salud" de las arcas
municipales por la recaudación de impuestos como plusvalías ,licencias de obras, ivas, metro construido a la D.G.A, acometidas etc .
Y así surgió, como hemos comprobado recientemente, la especulación, la
información privilegiada, el tráfico de influencias y los favoritismo, etc...
Las entidades bancarias se subían al carro del negocio inmobiliario, concedían hipotecas indiscriminadamente sin avales ninguno como si
supieran que los pisos hipotecados fueran a pasar a su poder.
Porque de haber controlado anteriormente la especulación no habría hecho falta realizar pisos de protección oficial y todos los ciudadanos, incluidos los jóvenes,podrían haber adquirido el piso
deseado donde hubiesen querido sin sorteos y no crear manzanas dentro del mapa del ruido en la línea de aterrizaje de aviones comerciales y militares. También podríamos haber elaborado un modelo de desarrollo urbanístico sostenible.
Y ¿qué hacemos con las aproximadas diez mil viviendas ya construidas en Zaragoza? ¿qué fórmula inventamos para venderlas y no provocar el
cierre de pequeñas y medianas empresas del ámbito de la construcción implantadas en Zaragoza desde varias décadas? empresas que a la compra
de la materia prima para trabajar que era el suelo volvían a hipotecarse.
Señores pasarán varios años para digerir lo ya construido sin necesidad de construir no más del 10 por ciento de lo que se construye.
CEL Zaragoza
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