UPyD Aragón. NOTA DE PRENSA: OPERACION MOLINOS

UNION PROGRESO y DEMOCRACIA ARAGON
NOTA PRENSA: OPERACION MOLINO.

El cáncer de la democracia española se llama corrupción. De Norte a Sur y de Este a Oeste, los casos de corrupción se suceden afectando a dirigentes de Comunidades Autónomas, a Consejeros, a Alcaldes, a Concejales. Partidos de todos los colores, de todas las ideologías, del PSOE, del PP, de IU, del PAR, de UM, del PSA.... han facilitado un lugar para corruptos de todo tipo, del que se lo "lleva crudo" a quien utiliza lo público para su provecho. La invitación al crecimiento desmesurado, la falta de controles adecuados, la conversión del servicio público en una "oposición" para toda la vida, han hecho de la función política una profesión, propiciadora de todo un conjunto de cohechos antidemocráticos. Los votantes no hemos reaccionado con suficiente contundencia ante los cientos, miles de casos que han ido constelando nuestro devenir histórico desde la Transición. Y ello no ha hecho más que dar a alas a los que han hecho de la política un negocio, animando de paso a muchos para hacer de la política una rentable profesión.

Lo que conocemos de lo sucedido en La Muela es una prueba de lo dicho. Veintidós años de poder; sortear sospechas; recibir el aplauso fácil a través de medidas populistas; reafirmar las mayorías a pesar de todos los recelos. Es el modelo más extremo, pero no es el único y estamos seguros de que en el Aragón del boom inmobiliario, La Muela no será la única mancha.

Unión, Progreso y Democracia colocó en el primer lugar de su programa la "regeneración democrática", conscientes de la patología que aquejaba al cuerpo político español. De la perversión de las ideas, se pasa con facilidad a la corrupción pura y dura. De profesionalizar la política, a construir una casta de políticos que hacen de las distintas formas de corrupción su modus vivendi. La exigencia a la ciudadanía de control real, reflexivo sobre los grupos y partidos políticos, es un afán más duro que la demagogia al uso, menos lucido, pero necesario para devolver un mínimo de salud a nuestra herida democracia.